El peligro comunicativo de la política simbólica

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La Comunitat Valenciana está viviendo una época de cambios. Después de 20 años de gobierno popular, el PSOE y Compromís se han hecho con la Generalitat gracias también al apoyo de Podemos en las Cortes. Estos pactos se han reproducido a nivel local en multitud de municipios.

No han pasado ni 100 días desde la toma de posesión de muchos alcaldes y aquellas promesas electorales de cambio y de gobierno para todos parece que se van diluyendo.

Compromís ha adoptado desde hace tiempo una estrategia política y de comunicación que al final ha dado sus frutos con 19 escaños pero solo han bastado un par de meses para desmontar esa línea y perder gran parte de redito que tenían. ¿A qué me refiero? Compromís antes de las eleciones se presentaba como la antítesis del PP, basta de recortes y vamos a poner el foco en las personas y en las políticas sociales además de en un gobierno desde la integridad moral y también económica después de años de saqueo a las arcas públicas en forma de Fórmula 1, Canal 9, Inmelsa, Brugal, Sonia Castedo, Carlos Fabra, rus, etc. Era más que normal que los valencianos pilláramos un rebote y votáramos por un cambio.

Pero ¡oh sorpresa!, Compromís llegó al poder y en menos de dos meses ha dinamitado esa imagen de trabajo por los valencianos por una sucesión de incomprensibles actitudes que no llevan a ninguna parte, sólo a perder esa simpatía que habían llegado alcanzar entre ciertos sectores de la sociedad.

Cambio del himno regional

real de gandia

Suecaalbalat

xivella

Cambiar himnos, borrarlos, prohibirlos, eliminar festejos taurinos ya contratados y con solera en ciertos pueblos, no incluir actos religiosos en llibrets de fiestas patronales dedicadas justo a Santos Patrones, utilizar el lenguaje para borrar historias y tradiciones (fiestas diversas por fiestas patronales), o directamente eliminar tradiciones históricas como la entrada de la bandera valenciana el 9 d’Octubre en la Catedral en un recuerdo a una de las primeras cosas que hizo Jaume I cuando conquistó Valencia.

¿Qué quieren que les diga? En serio ¿los valencianos votaron a Compromís para esto? Me parece que no, y tampoco me puedo creer que estas cosas sean las prioritarias en los municipios en los que gobiernan.

¿Qué hubiera pasado si estos alcaldes de Compromís se hubieran dedicado a poner en marcha políticas reales y no simbólicas? Comunicativamente nada. Todos estos titulares algunos de nivel nacional que lo único que hacen es crear polémica en torno a esos ediles no existirían.

El problema es que esto comunicativamente es muy difícil de remontar. La alcaldesa de Sueca siempre será la antitaurina que prohíbe el himno de España en las procesiones o el de Puçol el que cambia la letra del himno regional para no ofrendar glorias a España o a la patria. Y lo peor es que si estos alcaldes toman decisiones políticas reales acertadas que seguro lo harán y que verdaderamente mejoren la vida de sus conciudadanos dará exactamente igual porque siempre serán aquellos que prohibieron el himno.

Parecer lo que no se es

Existe además otra vertiente más allá de las decisiones políticas y que cada vez importa más también en España y es la imagen de los cargos públicos como personas. El marketing electoral esto cada vez lo tiene mas claro, ante un panorama político en que las ideas y propuestas parecen confluir, la imagen de los candidatos es cada vez más importante a la hora de decidir el voto.

Cuando un estado prohíbe, cambia, borra tradiciones en occidente y desde nuestras democracias solemos decir que es un Estado totalitario. Cuando una persona que dirige un país prohíbe, cambia, borra tradiciones desde nuestras democracias solemos decir que es un dictador.

isis Venezuela cuba coea

No estoy diciendo que estos alcaldes sean ISIS, o Cuba, o Corea del Norte, ni mucho menos. No lo son y eso debe quedar bien claro pero es cierto que se han puesto a hacer cosas que estoy segura que ellos mismos criticarían de suceder en otros lugares o circunstancias. ¿Qué imagen han  transmitido como personas y como políticos? Seguramente, la que no querían dar, la que no les corresponde.

La comunicación institucional poco puede hacer ante este tipo de decisiones más personales que políticas en el corto plazo. Lo único que puede hacer un asesor de comunicación de cualquier cargo público es aconsejar y prever las consecuencias que tendrán estas decisiones en los medios de comunicación y la imagen pública de esos líderes.

Pasados unos meses de la polémica y cuando estos ediles empiecen a tomar decisiones no simbólicas, los responsables de la comunicación deberán hacer hincapié en las bondades que para la ciudadanía tiene esas medidas y poco a poco intentar eliminar de esta retina permanente que es el mundo de hoy esa imagen simbólica y no real de los ediles.